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Nuestro Propósito
Moldeamos el presente para transformar el futuro:
La Fundación SIDOC es la apuesta de Responsabilidad Social del Grupo empresarial Inversiones de Occidente, empresas de capital 100 % vallecaucano, que desde 1986 nace para aportar al desarrollo social del suroccidente colombiano.
Fundación Sidoc direcciona y opera proyectos sociales en la región con comunidades y territorios en situación de exclusión y vulnerabilidad, comprometiéndose con el desarrollo integral, generación de oportunidades, prevención e intervención de violencia, construcción de paz y reconstrucción del tejido social.

Objetivo
La paz se construye a diario, en la manera como abordamos nuestra vida, en las interacciones diarias con otros y en la manera en la que construimos comunidad. Desde Fundación Sidoc le apostamos a generar oportunidades para los individuos y las comunidades al ofrecer herramientas de crecimiento personal y colectivo, con un enfoque de derechos humanos, que logren transformar los territorios en TERRITORIOS DE PAZ.
Ejes de Intervención en los Territorios
- Prevención de Violencia y Educación para la Ciudadanía
- Construcción de Paz e Intervención en Violencia
Para la Fundación Sidoc la construcción de paz en los territorios está mediada por la generación de oportunidades para las poblaciones más vulnerables y la creación de condiciones óptimas para el bienestar y desarrollo de los individuos y de sus comunidades.
Misión
Trabajamos por la prevención e intervención de la violencia a partir de la educación para la ciudadanía, generación de oportunidades, promoción de los derechos humanos y la construcción de paz en los territorios del suroccidente colombiano.
Visión
Principios y valores de la Fundación:
El reconocimiento de las diferencias se materializa en la posibilidad de participar en los procesos de planeación, implementación y seguimiento de los diversos grupos poblacionales con quienes se realizan las acciones de desarrollo en los territorios.
Es fundamental para el trabajo que realizamos el reconocimiento y aceptación de las diferencias étnicas, políticas, económicas, de orientación sexual y religiosa, dado que la construcción de PAZ positiva y duradera, implica el reconocer y reivindicar las diferencias, también es necesario trascenderlas en función del bien común.